La comida tiene un rol fundamental en nuestras vidas, queremos comer sano y seguro.

La seguridad es una prioridad para todos los que intervienen en cada una de las etapas de la cadena alimentaria, desde el campo hasta la mesa. Y aunque los alimentos que consumimos son seguros, muchas veces nos surgen dudas.

Por ejemplo, se observa una creciente preocupación acerca de cómo afecta nuestra salud ingerir alimentos derivados de cultivos tratados con productos fitosanitarios.

¿Qué son los productos fitosanitarios y para qué se utilizan?

Los fitosanitarios son productos utilizados para minimizar o evitar el daño que las plagas les causan a los cultivos, y que afectan tanto al rendimiento como a la calidad de los mismos. También se los conoce como agroquímicos, plaguicidas, pesticidas, etc., sin embargo, hoy se los prefiere llamar «productos fitosanitarios», ya que su objetivo es preservar la salud de los cultivos en la producción agrícola. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los fitosanitarios son cualquier sustancia o mezcla de sustancias destinadas a prevenir, controlar o destruir cualquier agente (insecto, maleza, hongo u otro) que perjudique a la agricultura durante la producción, el almacenamiento, el transporte, la elaboración y la distribución de los productos agrícolas y sus derivados. Los alumnos se tienen que formar para hacer una aplicación responsable, cursos terrestres (normalmente) o para medios aéreos (caso de aplicar con aeronaves). Cursos que de Inalocal para ello (Cualificado, Básico y de Piloto Aplicador) que puedes ver en nuestra web.

¿Qué tipos de productos fitosanitarios existen?

Se definen en relación con la plaga que quieres controlan, pueden ser:

  • acaricidas,
  • fungicidas,
  • insecticidas
  • herbicidas,

según controlen ácaros, hongos, insectos o malezas, respectivamente.

Con respecto al origen, los productos fitosanitarios pueden ser minerales, biológicos o de síntesis química. Entre los minerales se pueden mencionar los compuestos de cobre y azufre. El tercer grupo de fitosanitarios es el más comúnmente empleado y corresponde a los productos sintetizados químicamente (como, por ejemplo, todos los herbicidas que se usan actualmente).

¿Cómo se usan los productos fitosanitarios?

Los productos fitosanitarios se aplican en distintos momentos del ciclo de los cultivos. En algunos casos se aplican preventivamente para evitar la aparición de la plaga, mientras que en otros se aplican luego de la aparición de la plaga y antes de que se alcance el umbral de daño económico, es decir, el momento a partir del cual se generan pérdidas en el cultivo. También hay productos que se utilizan luego de la cosecha, para prevenir, por ejemplo, el ataque de hongos en frutas y cereales. Los productos fitosanitarios, deben ser incorporados a un Manejo Integrado, que utiliza varios tipos de herramientas y prácticas para manejar los cultivos, incluyendo control químico y biológico, prácticas culturales, etc. En todos los casos, es fundamental que los productos fitosanitarios se usen responsablemente y siguiendo las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), de modo de asegurar que no dañen la salud humana y animal ni al ambiente.

¿Cómo se prueba la seguridad de un producto fitosanitario?

Los productos fitosanitarios tienen un marco regulatorio para su experimentación, aprobación y uso que es de aplicación internacional. En España lo marca el Ministerio de Agricultura y su apartado de Sanidad Vegetal que luego desarrollan las CCAA. Este organismo se ocupa de evaluar la seguridad de los productos fitosanitarios a través de un gran número de estudios diseñados para determinar sus efectos potenciales sobre la salud de las personas y animales, y el ambiente.

¿Puedo comer con tranquilidad cereales, frutas y verduras que han sido tratados con productos fitosanitarios?

Sí, porque este aspecto también está contemplado durante el proceso regulatorio y la presencia de productos fitosanitarios en los alimentos está controlada a lo largo de la cadena de producción. Los productos fitosanitarios pueden ser absorbidos o quedar en la superficie de la planta. Sin embargo, la cantidad inicial de producto fitosanitario que queda luego de la aplicación se reduce durante el ciclo del cultivo y las cantidades que quedan en las superficies comestibles son mínimas. A esta pequeña cantidad se la denomina «residuo», y muchas veces no se puede detectar aún usando los equipos de análisis más modernos.

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