Los plaguicidas que se utilizan para eliminar plagas en agricultura no pertenecen al grupo de biocidas, son los fitosanitarios o pesticidas, aunque técnicamente son lo mismo.
Los biocidas son plaguicidas de uso no agrícola. Es decir, son las sustancias o mezcla de sustancias (productos) destinados a matar -por medios químicos o biológicos – organismos vivos.
Los plaguicidas químicos pueden provocar diferentes efectos adversos sobre la salud de las personas, animales y/o el medio ambiente, ya que están diseñados para matar a los seres vivos (son venenos de la vida).
Además, los plaguicidas cada vez se diseñan para que sean más potentes y resistentes, lo que conlleva un gran problema de toxicidad para los seres vivos y de persistencia en el medio ambiente. Existen además plaguicidas muy peligrosos, como cancerígenos, disruptores endocrinos y tóxicos para el medio ambiente.
Se distinguen 4 tipos de relaciones entre exposición y efecto, en base al número de exposiciones y al tiempo necesario para que los síntomas se vuelvan aparentes en el organismo:
1) toxicidad aguda, en la que el organismo se expone al tóxico en una sola ocasión y los síntomas aparecen de una forma inmediata o pocas horas después de la exposición.
2) toxicidad subaguda: el organismo se expone en algunas ocasiones y los síntomas aparecen al cabo de la primera semana.
3) toxicidad crónica: existe exposición al compuesto químico varias veces y los síntomas aparecen al cabo de 1 año;
4) toxicidad retardada: el organismo se expone una sola vez o varias veces, pero los síntomas tóxicos aparecen al cabo de años.
Ocurren unas 80.000 muertes al año por exposición a plaguicidas si se asume una tasa de mortalidad en países desarrollados del 0.2% y del 0.5% en países en vías de desarrollo.
La causa más frecuente de intoxicación por estos productos es por manipulación sin unas adecuadas medidas de protección, en el medio laboral (en el proceso de fabricación, transporte, almacenaje, aplicación, etc..). Los casos graves de intoxicación se producen por vía oral tras ingesta voluntaria o accidental (en este caso por contaminación del alimento o del agua).
Las estimaciones de la OMS indican que cada año ocurren en el mundo intoxicaciones graves con carácter accidental y unos dos millones de intentos de suicidio son producidas por pesticidas.
Por lo que se recomienda un uso adecuado y racional de los plaguicidas.
Todo ello sobre biocidas lo puedes ver en nuestros cursos, de:
Por otro lado tenemos los fitosanitarios que puedes ver los diferentes niveles, siendo los más usuales la formación para los cursos:
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